[Foto: Oaxaca ]
[22 Feb 2017]
En menos de 2 meses de 2017 han sido registrados 6 feminicidios en Paraguay, en México 10, en Ecuador 19 y en Argentina 57. Organizaciones de mujeres de América Latina advierten que a pesar de la existencia de leyes que sancionan el feminicidio, los Estados no erradican las causas fundamentales de las violencias basadas en género y más del 90% de los casos se mantienen en la impunidad.
Noelia Figueroa, docente universitaria y activista feminista argentina del Colectivo Ni una Menos, señaló que desde hace años las organizaciones vienen denunciando esta problemática sin obtener respuestas satisfactorias, además, reveló que no hay estadísticas oficiales, “el registro lo hemos hecho las organizaciones de mujeres y feministas, el Estado no presta atención a este fenómeno”. (Le puede interesar: El mundo grita, ni una menos vivas nos queremos)
La activista resaltó que [nunca antes el movimiento de mujeres había alcanzado igual masividad y la posibilidad de instalar una agenda en espacios de participación política, y “como fenómeno reactivo están estas violencias”. Explica que para 2016 en Argentina,] “la cifra era una mujer asesinada cada 24 o 26 horas, ahora es cada 18 horas”, lo que es una evidente muestra del aumento no sólo de los feminicidios y casos de violencias, sino “la crueldad con que los realizan".
Comenta que este fenómeno de feminicidios por “el sólo hecho de ser mujeres”, es un flagelo que se extiende a nivel continental y mundial y diversas organizaciones han denunciado que “más del 90% de los casos permanecen impunes”.
¿Qué pasa entonces con las leyes contra el Feminicidio?
Respecto a las leyes de feminicidio, vigentes en 16 países latinoamericanos, manifiesta que “sólo responden de manera punitiva, procesan a algunos agresores, cuando lo hacen, pero no aborda el cómo erradicar las violencias”, indica que faltan abordajes integrales pues “las mujeres no solo estamos expuestas a las construcciones de género impuestas”.
También están las violencias en cuanto a empleos precarios, poco reconocimiento e imposición de actividades del hogar, brecha salarial entre hombres y mujeres y “nulas oportunidades para que las mujeres tengan autonomía económica” señala Figueroa.
Asegura que se trata de un problema estructural, “que atraviesa instituciones estatales, edades, clases sociales y demás”, insiste en que “urge un cambio de paradigma”, a través de la sensibilización a poblaciones de distintas edades y clases, en los barrios, escuelas facultades y espacios laborales, prevenir y sensibilizar sobre las violencias sexistas para que “se pueda hacer frente a esta grave situación”.
Fortalecer la unión entre mujeres, la alternativa
La activista feminista, manifiesta que “las alternativas que tenemos las mujeres son seguir encontrándonos, organizarnos, intercambiar saberes y escucharnos”, fortalecer las redes de organizaciones de mujeres y feministas en América Latina y el mundo, para hacer un trabajo colectivo orientado a la transformación de políticas publicas y esquemas de pensamiento machistas.
Por último, menciona la gran iniciativa promovida por mujeres de todos los continentes, el Paro Internacional de Mujeres que será el próximo 8 de Marzo y tiene como objetivo “mostrar que somos fundamentales para que el mundo funcione, las cosas sucedan y demostraremos esa importancia parando nuestras actividades”.