[Foto: CRIC]
[14 Ago 2017]
Ante la inoperancia del Estado para garantizar la seguridad de quienes defienden los derechos humanos y los derechos del territorio, los habitantes del sur occidente colombiano manifestaron la necesidad de fortalecer la guardia campesina y cimarrona. Esto en medio del asesinato de Fernando Asprilla, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la Tigra en Piamonte y miembro de Marcha Patriótica.
Según Deivin Hurtado, miembro de la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano, Francisco Isaías Cifuentes, “el asesinato de Fernando Asprilla es otro hecho que lamentar, solamente el 8 de agosto fueron amenazados 3 líderes en el Cauca”.
De igual manera, Hurtado indicó que Asprilla no fue asesinado dentro de una situación de hurto como se había manifestado en la medida que “tenía todas sus pertenencias cuando fue hallado el cuerpo sin vida”. (Le puede interesar: "En 2017 han sido asesinados 15 líderes sociales en el Cauca")
En menos de un mes asesinaron 5 líderes sociales en el Cauca
La situación de los defensores de derechos humanos en esta región del país se ha agudizado en la medida que en lo que va corrido del 2017 han asesinado a 20 líderes. Es por esto que han venido exigiéndole al Gobierno Nacional que establezca políticas de protección que se ajusten a los territorios en las zonas rurales.
De igual manera, han decidido fortalecer la guardia campesina y la guardia cimarrona como procesos de seguridad para evitar que sigan ocurriendo asesinatos en los territorios. Según Hurtado “la policía de los municipios no tiene la capacidad para hacer presencia en las zonas rurales y cuando la seguridad campesina hizo control en algunos territorios disminuyó la presión hacia los líderes”. (Le puede interesar: "Informe de Fiscalía sobre asesinatos a defensores de DD.HH es "otro falso positivo")
Procesos de seguridad de la Guardia Campesina
- En los municipios se realiza un censo de las veredas con la participación de los y las habitantes.
- Luego se realiza un calendario en el que se asigna un día de vigilancia a cada vereda. El número de "guardias" depende de la densidad poblacional de la vereda y de acuerdo a ello se unen una o más veredas para poder atender los puestos de control que se han ubicado.
- Cuando una vereda realiza la vigilancia, los demás le llevan alimentos a las personas.
- En los puestos de control, la guardia revisa quienes entran a los territorios en la medida que ya han podido identificar vehículos y personas sospechosas.
- Igualmente, tienen una coordinación y una comunicación constante con la fuerza pública y con instituciones como la defensoría del pueblo.
Deivin Hurtado afirma que con este tipo de mecanismos de auto protección ha sido posible unir a las comunidades para recorrer los territorios y así salvaguardar la vida de los defensores de derechos humanos. Así mismo, aseguró que "es un mecanismo que está al servicio de la comunidad y que responde a la falta de medidas de seguridad que no ha brindado el Estado”.
Finalmente, la Red de Defensores Francisco Isaías Cifuentes manifestó que han intentado tener presencia con delegados en las veredas y zonas donde las guardias campesinas y cimarronas están realizando controles. De igual manera esperan que se reconozcan los derechos de los campesinos para se puedan fortalecer los procesos de seguridad de la guardia campesina.