[Foto:Semana]
[3 de Agos]
Aproximadamente 1.273 son los cubanos que se encuentran en el municipio de Turbo, en el departamento de Antioquia esperando ayuda por parte del gobierno colombiano para ser enviados de forma humanitaria a México o Estados Unidos. Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos decidió llevar a cabo la deportación de los mismos.
De acuerdo con la especialista en migración e investigadora Alexandra Castro, esta situación no es novedosa y se ha venido presentando cada vez con mayor frecuencia en las fronteras de Colombia, que no están vigiladas y por lo cual se han establecido como corredores de narcotrafrico, contrabando y trata de personas.
Frente a la deportación de los cubanos la investigadora expresó que es importante que Colombia realice las deportaciones caso por caso y no una deportación colectiva, debido a que esto va en contravía de principios y acuerdos internacionales de derechos humanos, además indicó que el país no cuenta con un lugar adecuado para recibir a estas personas, ni una institución encargada de seguir los casos individualmente con atención especializada.
Las rutas ilegales de migración representan altos costos que deben pagan las personas para llegar a sus destinos y las diferentes violaciones de derechos humanos a las que son sometidas. Según Alexandra Castro, entre más difícil sea llegar al lugar, más costoso será el viaje, cuyas rutas son controladas por bandas criminales que se lucran por dejar pasar a las personas y que evidencia la falta de una política de control de las rutas de tránsito migratorias.
"El tráfico de migrantes y el vínculo con la trata de personas se hace más latente si el país organizado tenga un país el tránsito en su territorio, si se planean rutas migratorias seguras se evita el tráfico de migrantes" aseguro la especialista.