Foto:Patriagrande.org
Entrevista con [Francisco Cerezo], defensor de DDHH:
Este Domingo miles de personas marcharon por la capital Mexicana por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa , en contra de la represión y para exigir la libertad de todos los presos políticos. A su vez hubo fuertes disturbios entre campesinos y fuerzas del orden público en San Quintín, donde jornaleros convocaron una jornada de huelga para exigir derechos laborales.
Según Francisco Cerezo del la organización social de defensa de los derechos humanos de México Comité Cerezo, la jornada de lucha del domingo era la décima marcha convocada en la capital para exigir el esclarecimiento y una investigación por los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.
También se marchó en contra de la fuerte represión que están teniendo todas las protestas en el país, y para exigir la libertad de todos los presos políticos que han entrado recientemente debido al clima de protesta generalizado.
Para el defensor de derechos humanos del Comité Cerezo, “…toda esta represión es parte de una estrategia del Estado para crear miedo y que la gente no salga a las calles…”.
Paralelamente en San Quintín, estado Baja California, jornaleros realizaron un paro para demandar derechos laborales mínimos y, en palabras de Francisco Cerezo, para acabar con la situación de semi-esclavitud que están viviendo, y que es similar a la anterior a la independencia. La protesta finalizó con más de 200 detenidos y cientos de heridos durante los enfrentamientos entre huelguistas y fuerzas de orden público.
Con este paro se pretende también presionar a las multinacionales y a EEUU, principal exportador de fresa, cultivos principal en San Quintín, donde los campesinos han convocado la jornada de lucha.
El Comité Cerezo nos explica que, organismos internacionales están ejerciendo acciones de presión como la de la CIDH, que en una declaratoria indicó que “…Vemos elementos que estructuran el delito de desaparición forzada...”, y exigió al estado clasificar a los 43 de Ayotzinapa de desaparecidos forzadamente.
De cara un futuro los defensores de derechos humanos en México interpretan que la protesta va a continuar y que la represión va a ir en aumento, aunque hay que destacar que cada vez esta está más organizada.