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[30 Junio 2016]
Una de las críticas que rodea a las circunscripciones transitorias de paz o curules acordadasen los diálogos de la Habana, es que serán otorgadas a miembros de las FARC-EP, sin embargo, jurídicamente estos escenarios solo pueden ser disputados por organizaciones sociales que se encuentren en los territorios de las circunscripciones.
Esta garantía permite que ningún partido político o las FARC - EP pueden competir por un puesto de participación en estos territorios que por sus condiciones de participación política histórica, por la vulnerabilidad de sus poblaciones a los efectos del conflicto armado o que por su distancia o lejanía del Estado, van a ser privilegiadas con la posibilidad de escoger representantes a la Cámara directamente, es decir sin tener que competir en la circunscripción departamental.
De acuerdo con Camilo Álvarez, coordinador del Observatorio político electoral de la Democracia perteneciente a la Misión de Observación Electoral, "es importante aclarar que las curules no son un regalo para las FARC-EP además, debe tenerse bien referenciada dónde están esas organizaciones sociales que competirán por las curules de Representación a la Cámara, porque de lo contrario estos espacios podrían ser usados por los políticos que pueden muy bien a nombre de una organización social coptar espacios para la corrupción política y el clientelismo".
A su vez, expone que el reto más grande de cara a las circunscripciones transitorias de paz es con las comunidades y en los territorios, en donde debe investigarse que organizaciones hacen presencia en los mismos y a quiénes se les debe dar participación. De igual forma expone que los riesgos más grandes para el ejercicio de la democracia sigue siendo la violencia electoral ejercida en el marco de la competencia política.