[Foto: OXFAM]
[30 Nov 2016 ]
En el Cono Sur el 1% de las fincas concentra más del 50% del total de las tierras productivas, lo que da cuenta de la alta concentración de tierra en manos de unas cuantas minorías, esa es una de las grandes conclusiones consignadas en el informe Desterrados Tierra, poder y desigualdad en América Latina realizado por la organización OXFAM.
Para el caso de Colombia, el informe demuestra que sólo el 0,4% de las fincas concentran más del 67% de la tierra productiva y que millones de familias campesinas deben convivir con mega plantaciones, en el documento resa por ejemplo en el caso de Argentina los monocultivos ocupan el equivalente a 44.000 campos de fútbol”.
Simon Ticehurst director de OXFAM en América Latina y el Caribe resaltó que es necesario “combatir la desigualdad en América Latina a través de las transformaciones en la repartición y las formas de acceso a la tierra”.
Dicha desigualdad ha provocado en el continente fuertes conflictos sociales y ambientales que han desencadenado hostigamientos, persecución, asesinatos y desapariciones contra los defensores de los territorios y las comunidades.
La sociedad debe girar su mirada sobre" las políticas públicas que los gobiernos hacen a la medida de las empresas extractivas, permitiendo que unos cuantos grupos poderosos acumulen cada vez más riqueza y mantengan la opresión sobre el campesinado" concluyó Ticehurst.
Desterrados ubica la raíz de la profunda desigualdad de América Latina en el sistema económico, político y social neoliberal, basado en la explotación a gran escala de bienes naturales, el otorgamiento indiscriminado de concesiones mineras, petroleras, ganadería extensiva y monocultivos de soja, maderables, caña y palma de aceite.
Varios de los especialistas invitados coincidieron en que un caso representativo de la concentración en términos de políticas públicas es la ley ZIDRES, la cual “profundizaría la brecha de desigualdad y la exclusión que viven las mujeres y el campesinado colombiano” precisaron los expertos.
Mujeres, comunidad y territorios
Uno de los ejes transversales del informe es la desigualdad de las mujeres en el acceso a la tierra y a su propiedad, frente a ello María Raquel Vásquez lideresa indígena de la comunidad Chiorti de Guatemala, coordinadora de la Red Centroamericana de Mujeres Rurales Indígenas y Campesinas, señaló que “es necesaria la voluntad política de los Estados frente a nuestras demandas, porque mientras las mujeres no tengamos acceso a la tierra, no habrá paz”.
La lideresa que a causa de su lucha por la defensa del territorio, la vida y los derechos de las mujeres estuvo exiliada 14 años en México, manifestó que "en la práctica nosotras somos especialmente marginadas, en Guatemala las mujeres rurales sólo poseemos menos de un 8% del total del territorio, siendo parcelas pequeñas de baja calidad”.
Por otra parte Guadalupe Esquivel mujer salvadoreña integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-VÍA CAMPESINA, resaltó que si bien el panorama es desalentador, "las mujeres rurales latinoamericanas nos hemos caracterizado por estar en la primera línea de lucha por la tierra a pesar de que sufrimos violencias como acoso sexual, amenazas y hostigamientos a nuestras familias”.
Sobre ese tema, Esquivel trajo a la memoria de los y las asistentes el caso de la defensora ambiental hondureña Berta Cáceres, quien por encabezar la resistencia a un proyecto hidroeléctrico fue víctima de un cruento suceso que “expuso al mundo la extrema vulnerabilidad de las mujeres defensoras y la pasividad, cuando no complicidad, de gobiernos que incumplen sus obligaciones” recalcó Esquivel.
Alternativas frente a la Desigualdad
Además de proporcionar un amplio panorama del tema de la concentración de tierras, este informe también contiene propuestas desde las comunidades, organizaciones sociales y ambientales, para la construcción de Paz desde los territorios latinoamericanos.
Gabriel Tobón profesor e investigador de la Universidad Javeriana y de la CLACSO, indicó que “se deben fortalecer las redes latinoamericanas de movimientos sociales en pro de la defensa de los territorios y los derechos humanos, pues es escalofriante saber que América Latina es el continente más violento contra quienes le apuestan a la defensa de la vida”.
Agregó que para el caso colombiano “no es gratis que asesinen a tantos reclamantes de tierras en los últimos meses y el gobierno de declaraciones tan tibias, sin organización la lucha pierde perspectiva, se hace un llamado a la unidad popular, a luchar por el poder político desde los territorios”.
María Vásquez comentó que "en Guatemala hace 20 años se hicieron acuerdos de paz, sin embargo no han habido cambios sustanciales porque los gobiernos no han tenido la suficiente disposición, mientras el acceso a la tierra no sea igualitario la paz no será una realidad, ojalá en el caso de Colombia las comunidades logren hacer cambios".
Por último tanto el informe como los invitados hicieron un llamado a las instituciones gubernamentales para que estos cumplan sus funciones respecto a las garantías de derechos, labores investigativas en casos de crímenes, seguimiento, regulación y transformación de políticas que favorecen al sector extractivo e industrial.