Foto: es.amnesty.org

El 20 de Noviembre de 2013, la Corte Interamericana de DDHH dictó sentencia contra el Estado colombiano por su responsabilidad en las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante el desarrollo de la Operación Génesis en la Cuenca del Río Cacarica en 1997. Un año después de esa sentencia las víctimas siguen esperando que el Estado cumpla con las órdenes de la Corte Interamericana.

Hoy, en un ejercicio de memoria, las mujeres de CLAMORES, grupo que decidió quedarse en Turbo y no retornar afirma que necesitan reconstruir el monumento que han sostenido durante 17 años con sus propias manos, con su propio trabajo y esfuerzo. “Necesitamos volver a poner los nombres” afirma Josefina, una de las integrantes del grupo, que además exige que el Estado les cumpla, les de la reparación tal como ellas la quieren.