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[20 Abr 2017]
Habitantes de las zonas el Arenal, Micohumado y Casa de Barro, afirmaron que la Fiscalía se estaría negando a recibir las denuncias sobre integrantes de la Policía, el Ejército y la Sijín que ingresaron a las viviendas sin órdenes judiciales y hurtaron elementos de valor y dinero, durante la captura de 12 líderes de estos territorios, el pasado 22 de marzo.
Así mismo buscaban exponer las olas de asesinatos contra líderes sociales, las capturas masivas que se llevarían a cabo en los próximos días contra más miembros de estas comunidades y el control paramilitar, que ponen en riesgo el trabajo social que estas personas han hecho en la defensa de los derechos humanos y la reconstrucción de la memoria. Le puede interesar: "Así fueron las capturas de integrantes de Congreso de los Pueblos"
La Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del César, en conjunto con la Cumbre Agraria Étnica y popular habían convocado la visita de una delegación conformada por integrantes del Ministerio del Interior, la Fiscalía y la Unidad Nacional de Protección a estos territorios en los días 19, 20 y 21 de abril. Sin embargo, señalaron que la Fiscalía ha expresado que no hay garantías para ingresar a Casa de Barro.
La defensora de derechos humanos Zoraida Hernández, indicó que esta afirmación se contrapone al hecho del ingreso el pasado 22 de marzo a esta misma zona para realizar las capturas “desarrollaron todo un operativo para capturar a líderes y líderesas, justamente porque los están persiguiendo por su manera de pensar”. Le puede interesar:"Fiscalía no tiene argumentos para mantener en presión a líderes del Sur de Bolívar"
Otra de las preocupaciones de las comunidades es la falta de presencia de la Defensoría del Pueblo y el acompañamiento durante estos procesos. Finalmente, Zoraida expresó que los habitantes están reclamando coherencia por parte de las instituciones Estatales “estamos esperando coherencia en el discurso estatal y que preste reales garantías a defensores de derechos humanos” y agrego que una de las formas para detener los asesinatos a estos defensores y líderes es acabar con la estigmatización hacía el trabajo que realizan.