[foto: FSM2015]
Por [Cesar Torres del Río ]
El Foro Social Mundial (FSM) se realizó en Túnez, África, del 24 al 28 de marzo de 2015. Días antes la organización terrorista Estado Islámico atentó contra la vida de centenas de personas en el Museo del Bardo, en Túnez, la capital; dos colombianos perdieron sus vidas. Pese a la tragedia, los organizadores del Foro continuaron con sus actividades y reafirmaron la realización del mismo, aunque el gobierno tunecino intentó desmontarlo. Frente al terrorismo, dijeron los integrantes de la mesa coordinadora, más que nunca era necesaria la movilización para frenarlo. Más de 4.500 organizaciones, redes y movimientos hicieron presencia en la marcha de instalación, la cual fue cambiada de ruta para llegar hasta el museo del Bardo; la consigna agitada fue clara [“ Los pueblos del mundo contra el terrorismo, por la justicia social, la libertad y la paz”, aclarando por los organizadores que la lucha contra el terrorismo incluía también el del Estado.]{.s1}
El FSM comenzó a realizarse en 2001, en Porto Alegre, Brasil. De hecho se trata de un movimiento “contra-hegemónico” que ha protagonizado decenas de acontecimientos sociales frente al neoliberalismo autoritario y excluyente. En Túnez el FSM agendó 6 espacios de lucha: Barrio El planeta (medio ambiente, recursos naturales), Más allá de la frontera (territorio, colonialismo, guerras, refugiados), Plaza de la justicia social (derechos sociales, trabajo), Barrio de la igualdad, la dignidad y los derechos (igualdad de género, discriminaciones, indígenas, minorías), Plaza de la economía y de las alternativas (multinacionales, deuda) y Ciudadanía (democracia, organizaciones políticas).
La Declaración Final[ ]{.Apple-converted-space}(CATDM.org) afirma que no hay salida dentro del sistema capitalista, que se reafirma el compromiso para la construcción de una estrategia común de combate contra el capitalismo, el imperialismo, el patriarcado, el racismo y todas las formas de discriminación y opresión; que los pueblos sufren la crisis del capitalismo y sus políticas intervencionistas y neocolonialistas, las que cuentan con la complicidad de los gobiernos neoliberales; que las guerras, las ocupaciones militares, los Tratados de Libre Comercio buscan y logran privatizar los bienes comunes; que todo lo anterior refuerza el conservadurismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres e imponen una economía verde como falsa solución a la crisis ambiental y alimentaria. La Declaración entonces llama a luchar contra las multinacionales y el sistema financiero, contra la violencia hacia las mujeres; llama a movilizarse en defensa del clima, a manifestarse contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de los territorios; exige reparaciones a los pueblos víctimas del colonialismo y pide la democratización de los medios masivos de comunicación y la construcción de medios alternativos. Sin embargo, no hay una sola mención contra el terrorismo, de Estado o de organizaciones.
Digamos que es una Declaración en lucha contra el Capital, lo que en un escenario globalizado por el mercado y el individualismo es una ruptura política e intelectual que oxigena las demandas y el debate. Pero ¿ cómo entender al FSM ? Su postulado mundial es que otro mundo es posible. Y claro, esto es atrayente para quienes han tenido que forjar sus demandas a contracorriente y en las calles y que además han perdido la confianza en las utopías, del pasado y el presente, incluidas aquellas del “socialismo real”. Así, la característica del movimiento es un “desencanto” en cuanto a las direcciones de todo tipo así como en relación al ejercicio del poder. Pero ¿ será posible ese otro mundo “aquí y ahora” postergando la esperanza ? ¿ La contra-hegemonía se hará realidad a partir de las luchas que concreten los puntos de las Declaraciones Finales del FSM ?[ ]{.Apple-converted-space}¿ Sin dirección será posible la contra-hegemonía ? Todo indica que no. Davos, la OTAN y la troika europea conocen lo que divulga el Foro y también anotan sus debilidades.