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20 Abr 2017

El 23 de abril tendrá lugar la primera vuelta presidencial en Francia y los candidatos Emmanuel Macron de Centro y Marine Le Pen de Ultra derecha han empezado a tomar ventaja en las encuestas para llegar al ballotage que se realizaría el 7 de mayo.

Hasta hace pocos días los sondeos de opinión reflejaban un cuádruple empate técnico entre los ahora punteros y los candidatos François Fillon del Partido Conservador y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, distancias que han variado a tres días de realizarse los comicios.

Macron, candidato más joven de la contienda con 39 años, ha sumado un punto porcentual durante la última semana llegando a un 25% de intención de voto sobre el 22% alcanzado por Le Pen de acuerdo con un estudio publicado este jueves por el Instituto demoscópico Harris Interactive.

Sin embargo, las especulaciones crecen ante el alto número de indecisos que según las cifras corresponden a un tercio de la población apta para votar, y los temores de los empresarios ante las posiciones radicales de Le Pen, quien en un escenario de victoria rompería el vínculo con la Unión Europea y Francia abandonaría el euro, panorama ante el cual las empresas vienen construyendo planes de choque.

El estudio también preve, ante un posible escenario de ballotage, una vitoria de Macron con 30 puntos sobre la candidata del Frente Nacional. Resultado que el candidato François Fillon reconoce al declarar que "Le Pen no ganará las elecciones" (ya que pierde en todas las proyecciones de segunda vuelta) y por eso votar por ella "es votar a Macron", a quien considera su principal adversario para llegar al Elíseo.

Con ese discurso Fillon,  busca recuperar el favor de los electores que ha venido perdiendo dese el inicio de la carrera electoral por una serie de escándalos de contratos paralamentarios por miles de dólares pagados a su esposa e hijos por labores que no habrían realizado. Le puede interesar: Trump no es el problema...

Distante de la postura mesurada y serena que ha pretendido construir Macron, el discurso que analistas han catalogado como populista y euroséptico de Jean-Luc Mélenchon ha logrado acortar distancias con Fillon, igualandolo con un 19% de la intención de voto. Un trabajo potencializado por el uso de hologramas  que le han permitido estar en varios lugares a la vez.

Candidatura de Le Pen en riesgo

La líder de la extrema derecha francesa tiene tres juicios pendientes, de manera personal o en su calidad de presidenta del Frente Nacional. De avanzar estos procesos, Le Pen podría verse obligada a renunciar a cualquier aspiración electoral y a ejercer cargos públicos por varios años.

Los procesos, uno por el pago de 342.000 euros a dos personas que contrato como ayudantes para sus labores como eurodiputada, dinero desembolsado del presupuesto de Bruselas. Según las investigaciones, los dos asistentes nunca cumplieron las funciones para las que se les había contratado y por eso desde la capital belga se reclama a Le Pen devuelva el dinero.

En el segundo proceso un Tribunal francés investiga si el Frente Nacional adelantó un operativo para remunerar gente que se hacia pasar como ayudantes de eurodiputados, a los que la candidata aseguró responderá al finalizar la contienda electoral, y por la  presunta financiación ilegal de su partido en todas las campañas en las que ha participado desde su llegada a la presidencia de la colectividad en 2011.

El último de los procesos tiene que ver con la declaración patrimonial de la candidata y de su padre Jean-Marie Le Pen, en el que tasaron varias propiedades familiares por un valor más bajo del real, que de comprobarse podría acarrearle una acusación por fraude fiscal agravado, con una sanción de hasta tres años de cárcel, 45.000 euros de multa y la inhabilidad electoral para cargos públicos durante diez años.