Foto: Reuters
24 Ene 2018
Tras permanecer más de 100 días en una clínica de Lima, el expresidente peruano Alberto Fujimori fue dado de alta y conducido al penal de Barbadillo en la Diroes, para que siga cumpliendo con la pena a 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos durante los años que estuvo en el poder entre 1990 y 2000.
Según la Corte Suprema del poder judicial, tras informe presentado por la junta médica del Instituto de Medicina legal, la salud de Fujimori, quien se encontraba internado por una afección cardíaca desde el 3 de octubre del año anterior, es estable y puede ser tratado de manera ambulatoria, de ahí la decisión de enviarlo de nuevo al centro penitenciario en la noche de este miércoles.
En Barbadillo el expresidente venía cumpliendo su condena desde 2007 hasta 2017, cuando recibió un polémico indulto ordenado por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, en lo que se consideró como un pacto con el fujimorismo para evitar la declaratoria de vacancia presidencial, por las relaciones de PPK con el caso de corrupción de Odebrecht.
A través de su cuenta en twitter el expresidente de 80 años publico un trino en el que manifestó "El final de mi vida esta cerca...". Por primera vez un expresidente estará en prisión al mismo tiempo que su hija, la ex candidata Keiko Fujimori, quien esta recluída por tres años mientras la fiscalía peruana investiga sus nexos también con Odebrecht.
Fujimori fue sentenciado en 2009 por los delitos de homicidio calificado, secuestro agravado y lesiones graves, relacionadas con las acciones de un escuadrón de la muerte conocido como el Grupo Colina, que según la sentencia actuaba bajo órdenes del mandatario; decisión histórica por tratarse del primer mandatario juzgado y sentenciado en su propio país por delitos de lesa humanidad.