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A una semana de la visita del primer ministro griego a Rusia, Grecia ha anunciado que negociará con Rusia la compra de misiles antiaéreos S-300.

Según declaraciones del ministro de defensa Panos Kamenos, "Nos limitaremos a cambiar los viejos misiles por los nuevos" , de tal forma quedaría asegurada la defensa antiaérea del país con la última tecnología. Estas han sido las únicas explicaciones que han dado desde el gobierno.

Tsiripas se reunión con el presidente ruso la semana pasada para establecer lazos comerciales y realizar intercambios como la salida del gas ruso a través del país heleno por un nuevo gaseoducto que enlazaría con el ya en funcionamiento desde Rusia hasta Turquía, a cambio de pagar un impuesto de salida por parte de Rusia.

Los misiles S-300 son los mismos que el gobierno ruso había contratado vender a Irán por una suma de 800 millones de dólares, y que tuvo que cancelar debido a las sanciones de la ONU.  A penas conocida la noticia del acuerdo nuclear con el G5+1 e Irán, Rusia reanudó su venta.

El ejercito Griego, actualmente es el más capacitado de todo el Mediterráneo después del de Israel, debido a la tensión entre el país heleno y Turquía por la isla de Chipre, dividida en dos y donde aún no ha habido ningún movimiento por ambos países en pro de un acuerdo de paz.

Por otro lado también existe un conflicto territorial e identitario con Macedonia, por llamarse de igual forma que la región colindante griega. Aunque en el fondo está la geopolítica del propio país y las ansias de control del comercio de Asia menor hacia Europa, entrando así en conflicto con Turquía y con los demás países balcánicos.

Además en Grecia aún existe el servicio militar obligatorio y es el país de la UE con más militares por habitante. Estas son algunas de las hipótesis por las que el gobierno griego ha decidido comprar los misiles en medio de una crisis económica y financiera que aún no se ha resuelto y mantiene al país en las peores cifras de desempleo y pobreza máxima de la UE.