[Foto:caracol.com]
[25 Ago 2016]
Más de 400 habitantes de calle continúan confinados en el caño de la carrera 30 con calle 6 en Bogotá, sin obtener mayor respuesta de la Alcaldía y enfrentándose a diferentes riesgos como otra posible avalancha de agua por las lluvias, las pésimas condiciones de salubridad en las que se encuentran y los abusos por parte de la fuerza pública.
Algunas de las denuncias que los habitantes de calle le han dado a conocer al Padre Gabriel Gutiérrez, miembro de la comunidad Franciscana, alertan sobre personas heridas, es el caso de una mujer en estado de embarazo que perdió a su bebe al ser golpeada por un agente, un hombre que fue atropellado por la tanqueta del ESMAD en uno de los desalojos y una señora que fue golpeada por un policía en la cabeza y tuvo que ser cosida.
Los habitantes de calle expresaron el miedo que tienen de volver a ser agredidos por las autoridades y de vivir otro desalojo, agregando que podría presentarse la mal llamada “limpieza social”, al no tener conocimiento del paradero de algunos de sus compañeros, panorama que se agrava con la aparición de panfletos en el barrio Ricaurte, en los que se prohíbe su presencia en el sector.
La comunidad ha tomado medidas de confinamiento con respaldo de la Policía y han restringido la movilidad de los habitantes de calle, además el Padre Gutiérrez informó que las autoridades, en días pasados, estaban impidiendo el ingreso de alimentos al lugar en donde se encuentran.
“Con hambre, enfermos, lloviendo, totalmente mojados, están hacinados los habitantes de calles, esto es una violación profunda en contra de los derechos humanos, por eso estamos llamando la atención sobre aspectos muy concretos: que se dé la re ubicación y que se declare la emergencia humanitaria” afirmo el Padre Gutiérrez.