[Foto: EAD UIS ]
[16 Ago 2016]
Desde este martes y hasta el próximo viernes se lleva a cabo en la Universidad Industrial de Santander la Semana por la Paz, en la que participan estudiantes, profesores y trabajadores, así como exmilitantes del M-19, el EPL y el PRT, reconocidos analistas y representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, para debatir en torno a la construcción de la paz en Colombia.
Las actividades programadas durante esta semana se ven como una oportunidad para conocer de los acuerdos, las oportunidades y los retos, que propiciarán la construcción de paz con una mirada regional y a partir de un diálogo razonado, incluyente y democrático, en foros con temáticas que girarán en torno a las universidades como territorios de paz.
Según la docente Ivonne Suarez, la Semana es liderada por la Comisión de Paz creada en la Universidad para aportar a la construcción de paz desde la pedagogía, la investigación y la extensión de los acuerdos que se han pactado en La Habana, como tarea fundamental para que los colombianos los conozcan y puedan argumentar su voto en el plebiscito, comprendiendo la importante decisión que están tomando.
Para la docente, esta iniciativa surge como una apuesta de la Universidad para aportar a la paz desde la articulación de la realidad con la academia, y se suma a espacios como la Cátedra de Paz, la Maestría en Derechos Humanos y el [Archivo Oral de Memoria de las Víctimas], en el que se han recopilado las voces y documentos tanto de los eventos de dolor como de los procesos de resistencia de diversas comunidades, para comprender que a partir de ellos se empieza a construir la paz.
En la programación se han previsto conversatorios sobre experiencias de paz, discusiones alrededor del conflicto y el papel de las universidades en las memorias y archivos de los acuerdos de paz, la Constitución y la Justicia Transicional; así como la presentación de la obra de teatro 'Historia de ángeles y demonios' y la exposición 'Esta guerra la paro yo', como ejercicio pedagógico postulado al Premio Nacional de Paz 2015.
