Foto: Prensa latina
14 Dic 2016
Continuan en Brasil las manifestaciones en contra de la reforma al Sistema de Seguridad Social, presentadas el pasado 6 de diciembre por el presidente no electo Michel Temer, medidas que afectan directamente a servidores públicos, trabajadores de la empresa privada, trabajadores rurales y pensionados, en lo que se refiere a las condiciones para acceder a su jubilación.
La propuesta de Temer contempla que la edad mínima de jubilación para los trabajadores brasileños sea de 65 años, tanto para hombres como para las mujeres, y sólo será concedida si el trabajador comprueba por lo menos 25 años de contribución al Instituto Nacional de Seguro Social (INSS), para obtener el derecho de tan sólo el 76% del total del beneficio y de 49 años para recibir el valor integral (100%).
Con las modificaciones, se terminariá la diferencia de 5 años entre hombres y mujeres, mientras que la desigualdad salarial entre géneros se mantiene siendo la remuneración por el trabajo de ellas, en muchos casos alternado con labores del hogar, 30% menor a la de los hombres.
Las reformas aplicarían para mujeres que actualmente tienen menos de 45 años y hombres de menos de 50, quienes tienen edad igual o superior pasarán por una etapa de transición para alcanzar el beneficio.
Jubilación de trabajadores rurales
Uno de los sectores más afectados con la posible aprobación de la medida en el Congreso Nacional Brasileño son los campesinos, por la desaparición de la figura jurídica de asegurado especial, consignada en la Constitución de 1988, que garantiza la jubilación de un salario mínimo para hombres a los 60 años y para las mujeres a los 55, cuando se comprueba la realización de trabajos agrícolas por al menos 15 años.
Con la reforma de Temer, las y los campesinos deben ingresar obligatoriamente al sistema del INSS para poder acceder a su jubilación que sería a los 65 años y con una contribución al sistema por no menos de 25 años, y en el caso de las mujeres trabajadoras rurales, las pensiones por viudez se reducirán al 50% del salario mínimo. Le puede interesar: Movimientos populares piden impeachment contra Temer.
De ser aprobada la reforma, los trabajadores rurales que no estén al día con la contribución mensual no podrían acceder al auxilio por enfermedad, jubilación por invalidez o licencia de maternidad; mientras que los beneficiarios de la prestación continuada, aplicada a personas con más de 65 años y personas con limitaciones que reciben un salario mínimo, la edad se elevará a 70 años y el beneficio pasará a ser desvinculado del salario mínimo, disminuyendo el auxilio recibido.
El malestar de las organizaciones sindicales y campesinas ante tal disposición, es mayor si se tiene en cuenta que los militares, quienes tienen tambien un sistema de seguridad social diferenciado, no tendrían por el momento un cambio en los beneficios que este les otorga, perjudicando unicamente a los trabajadores más pobres, quienes regularmente tienen jornadas más pesadas y casi siempre en condiciones de mayor vulnerabilidad.
Lo que sigue
La propuesta aún tiene que pasar por la Comisión de Constitución y Justicia, por la Cámara de Diputados y de Senadores y deberá enfrentar fuertes resistencias en la sociedad, especialmente por parte de centrales sindicales, que ya declararon que van a luchar contra la medida.