Maestros y maestras ¿Un paro de tradición?

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Por las Docentes: : Denisse Alexandra Caicedo y Elizabeth López Suspes - Yo Reporto

26 May 2017

El pasado  23 de mayo cumplimos el día 9 de  este paro del magisterio, muchos docentes salimos a las calles porque somos conscientes,  que históricamente esta es la única manera de que  el ejecutivo nos escuche y que al parecer es una tradición, que de un modo negativo tiende a normalizarse, escuchar frases como ¡otra vez están molestando! ¡Que se quejan, si gana bien! ¡Sanciónelos y descuénteles, por no pensar en los niños! Es una retórica que produce desinformación y estigmatización de una profesión  poco valorada en este país.

Ayer así como todo estos días, los docentes hemos demostrado  que aún tenemos la esperanza, que este es un medio para lograr la reivindicación de derechos, que como gritamos ¡no se mendigan, se visibilizan a través de la lucha organizada!; sin embargo son muchas las espinas que surgen de esta iniciativa, una, que no olvidamos lo ocurrido en el paro de 2015, cuando en una madrugada se levantó el paro, dejando consecuencia la nefasta iniciativa de “una evaluación de carácter diagnostica formativa” para poder ascender de escalafón, sin contar que este embudo permite que un número mínimo de profesores lo realicen y es una afrenta a la individualidad de cada profesional, sumado a lo anterior y como un punto neurálgico en la crisis de nuestro gremio se encuentra el mal servicio de salud, donde las  citas para acceder a medicina general o especializada  tardan 15 o más días en ser asignadas,  con el argumento de que hay pocos especialistas, o lo peor que al doctor le toque ir de consultorio en consultorio  preguntando quien tiene el único estetoscopio que hay por sede, así mismo que se  realice un procedimiento quirúrgico odontológico y esto implique para la paciente una infección de grave magnitud, donde la alternativa más viable es acudir a tratamientos particulares de ato costo,  como  si no hubiese causado graves consecuencias en la salud de la paciente, sin embargo y como un aliciente engaño  detrás de todo,  se hace referencia a aquellos 10 puntos porcentuales que supuestamente el ministerio de educación ha venido incrementando estos últimos años, pero que no tienen la precaución de especificar que son diferidos a cuatro años, lo que causa que la gente del común piense que el docente gana como un congresista, para exagerar la situación. (Ver actas de acuerdos ministerio de educación nacional y fecode 2015)

Con este panorama y otros puntos más críticos, como una jornada única improvisada, la poca financiación del sector público a las instituciones educativas de todo el país, la falta  garantías de los maestros para acceder a formación continua y demás argumentos explicados en el pliego de peticiones radicado por fecode en febrero de 2017,   decidimos entrar a paro, pero con el miedo a que estos hechos se repitan, porque si bien es cierto que apoyamos a Fecode, este acuerdo anterior fue un desacierto por  parte de ellos, a esto le adicionamos la notoria indiferencia de los medios de comunicación nacionales, cuyos intereses particulares se ven reflejados en la poca referencia que se hacen a nuestra situación, dado el caso se omiten opiniones sujetas al análisis reflexivo, sus contenidos predisponen al televidente con un alto grado de amarillismo y  la ciudadanía en general se ve  altamente influenciada por este  sistema de poder, sin dejar de lado además  que son quienes  tienen la mayor audiencia a pesar que su programación en la mayoría de ocasiones es mediocre, la basura televisiva por llamarla de alguna manera, da más importancia a los diferentes acontecimientos de  Venezuela, sin desconocer que sea importante, desde un punto de vista regionalista al parecer se le da más relevancia que  a la misma indignación de los pueblos del pacifico y las centrales obreras, quienes  estamos inconformes con este gobierno,  en cabeza de un líder con sonrisa hipócrita y gobernantes corruptos y cínicos.

¿Pero por qué entramos a paro?  Las razones como las explicamos a los diferentes actores de la comunidad educativa, el día  11 de mayo en cada una de las instituciones del distrito, son claras y contundentes, ya que como nos exigen calidad y hacen alarde de  que Colombia será la más educada, pues pedimos coherencia, ya que implementar una jornada única, sin infraestructura y  sin adecuada logística y calidad en los alimentos, es imposible ofrecer una educación de calidad, agregándole que los maestros enfermos e inconformes con su EPS, no harán lo mejor posible con sus estudiantes que no bajan de 35 a 40 por aula, adicional, se plantea que son muy pocos los docentes que viven cerca de su trabajo y con el alza del transporte y el impuesto del 19% a duras penas, si pueden hacer maravillas, con el sueldo que reciben, porque ojo los maestros, tenemos familia, obligaciones y sueños, como estudiar  por ejemplo lo cual implica un sacrificio duro, sin hablar de lo triste que representa para un docente, enfrentarse con la dura realidad, que no es educador sino “cuidador” a quien algunos padres y estudiantes no respetan, agreden y juzgan.

Finalmente concluimos, que esta profesión te da risas y llanto, pero lo más importante es no claudicar, leamos, pensemos, reflexionemos  y no seamos indiferentes, la huelga sigue, así se levante el paro, porque como sabemos cada uno de los profes, hacemos mini-revoluciones en nuestras aulas, enseñándoles a nuestros niños, niñas y adolescentes a no comer entero, a indagar y a no confiar de un sistema de poder, que a todos nos quieren manejar a su antojo y si logramos que dos o más estudiantes escuchen nuestro mensaje, se podrá logra nuevos precursores, que van en contra de la desigualdad y la lucha por nuestro derechos.

“Porqué el docente marchando, también está enseñando”