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[15 Junio 2016 ]
De acuerdo con el más reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, titulado 'Progreso Multidimensional: bienestar más allá del ingreso', de los 72 millones de latinoamericanos que salieron de la pobreza, más de 30 millones están en inminente riesgo de recaer en ella. Por lo instan a las autoridades para que se replantee el modelo latinoamericano de progreso hacia una horizonte multidimensional que más allá de privilegiar el crecimiento económico, fortalezca la garantía de derechos y la protección del medio ambiente.
La mayoría de quienes podrían recaer en la pobreza son mujeres y jóvenes, actualmente vinculados a empleos precarios, que hacen parte de un grupo de 220 millones de personas, el 38% de la población total latinoamericana, que oficialmente no es pobre pero tampoco logró ascender a la clase media y se sitúa en estado de vulnerabilidad inminente.
El PNUD asegura que entre 2003 y 2013, los mercados laborales y la educación fueron los grandes motores para que cerca de 72 millones de latinoamericanos dejaran la pobreza y 94 millones entraran a la clase media; sin embargo, durante los últimos tres años se ha identificado una reversión en la tendencia y entre 2015 y 2016 el número absoluto personas pobres aumentó.
"En este momento, por un lado hay que proteger los logros alcanzados, lo cual incluye prevenir la caída en pobreza de millones de personas y por otro lado hay que impulsar políticas y estrategias inclusivas e integrales adaptadas a poblaciones que sufren de discriminaciones y exclusiones históricas", aseveró Jessica Faieta, Subsecretaria General del PNUD.
Discriminaciones que tienen que ver con el campo laboral que en América Latina es mayoritariamente informal y relaciones desiguales entre hombres y mujeres. Por un lado, la mitad de los 300 millones de trabajadores son asalariados en microempresas con menos de cinco puestos de trabajo, autoempleados sin calificación o no perciben ingresos. Y por el otro, aun cuando la proporción de mujeres con estudios universitarios en la región es más alta (17.3%) que la correspondiente proporción de hombres (14.8%), las mujeres reciben un salario promedio por hora 16.4% menor en relación a los hombres.