"Operaciones militares alteran sus resultados en la lucha del narcotráfico"

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En la ciudad de Bogotá, una fuente que solicitó la reserva de su identidad, informó sobre operaciones militares con resultados alterados en la lucha contra el narcotráfico.

Según la fuente en los municipios del medio y bajo Putumayo, donde se han intensificado las Operaciones militares contra el narcotráfico; las cifras presentadas en términos de erradicación de hectáreas de cultivos de coca y la destrucción de laboratorios para el procesamiento de cocaína e insumos, no corresponden con la realidad, y están siendo alteradas de manera fraudulenta por algunas de los mandos militares presentes en los territorios.

Esto teniendo en cuenta que la Fuerza Pública dedicada a estas acciones, tiene que cumplir metas diarias. En los casos mencionados por la fuente, por cada hectárea reportada, hay hasta un 80% de incremento que no corresponde con la realidad, y que son legalizadas con fotografías y destrucción de pequeños elementos, que luego son presentados como positivos en las operaciones militares, contra los grandes responsables del narcotráfico en el departamento.

Estas nuevas denuncias, reiteran las falencias y complicidades existentes entre sectores militares y policiales con estructuras armadas dedicadas al narcotráfico como La Mafia. (Le puede interesar: Otra Mirada: El Catatumbo entre fuego cruzado)

En el último año, varios funcionarios, entre ellos el coronel del Ejército Elkin Alfonso Argote Hidalgo, jefe del Estado Mayor del Comando de Reclutamiento y Control Reservas, capturado el 28 junio del 2019, mientras brindaba protección a uno de los delincuentes más buscados en la región, Miguel Antonio Bastidas Bravo, conocido con el alias de “Gargola”,

Por otro lado, el 30 mayo de este año, el comandante de la Sijín en el Valle del Guamuez, Diego Guenis, quien llevaba 4 años laborando en la seccional de la entidad y 14 años de servicio en la Policía; fue capturado mientras transportaba escondida en una de las llantas de su vehículo personal nueve kilos de cocaína, en la via Mocoa- Pitalito.

Según el informe ejecutivo Nº 20 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNDOC- , presentado en abril de 2020, sobre el seguimiento a la implementación del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, reitera el cumplimiento en la erradicación voluntaria del 96% de las familias vinculadas al PNIS, así mismo señala que se presenta solo un 0.4% de resiembra o rebrote de cultivos de uso ilícito, mientras que en los proceso de erradicación forzada el nivel de resiembra en algunos casos supera el 50% de cultivos.

Es más efectiva la sustitución voluntaria de los Cultivos de Uso ilícito

Así mismo, las erradicaciones forzadas implican un alto costo en violaciones de Derechos Humanos e infracciones al DIH, tan solo este año, se han producido 51 incidentes en medio de operaciones militares de erradicación de cultivos y según cifras de la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Aicma), desde 2006 y hasta el 31 de marzo de 2020, 457 personas que desarrollaban operaciones de erradicación manual fueron víctimas de minas antipersonales, de estas 417 (el 91%) eran civiles. De esos civiles, 43 murieron.

Además por medio de una rueda de prensa Ascamcateste viernes hizo un llamado de alerta ante el recrudecimiento de la violencia y el desplazamiento forzado en la región del Catatumbo, sumida en medio del conflicto, los cultivos ilícitos y el olvido estatal. Y señalaron que en tan solo en el primer semestre de este año, se registraron cinco masacres, en la que perdieron la vida 30 perspnas, y el desplazamiento forzado de cerca de 800 campesinos por grupos armados.

Además durante el mes de julio, en el departamento de Putumayo, se han presentado dos asesinados a manos de la Fuerza Pública, en medio de operaciones de erradicación forzosa de cultivos de coca. (Le puede interesar: Asesinan a José Oliver Maya, niño indígena Awá en operativos de erradicación forzada)

Siendo así la implementación integral del punto 4 del Acuerdo Final de Paz, se constituye como la mejor estrategia para la sustitución y superación de la problemática de cultivos de uso ilícito en Colombia.