[10 Jul 2015]
Foto: original tomada de internet
El primer informe sobre la presencia neo paramilitar en Colombia, publicado por la delegación de paz de las FARC EP en la Habana, Cuba, da cuenta de la presencia actual de 8 estructuras paramilitares posicionadas en 7 departamentos del país desde el 2008 hasta la fecha, que estarían al servicio del narcotráfico y el sicariato. En este se asegura, además, que la Policía colombiana y fuerzas militares serían presuntos cómplices de sus negocios con sectores comerciantes.
El informe, fechado el 9 de julio, subraya que algunos pobladores de diversas regiones del país han dado testimonio de la presencia de grupos que rondan por las zonas, estableciendo control social territorial para el tráfico de droga en los departamentos del Putumayo, Meta, Chocó, Valle, Cauca y Costa Atlántica.
La Delegación de paz, señala que las acciones de los nuevos grupos paramilitares van desde el amedrentar a las comunidades y líderes comunitarios, quemar propiedades de habitantes que retornan luego de desplazamiento, reclutar jóvenes para vincularlos con el expendio de drogas, hasta el desmembramiento y la tortura de los y las habitantes.
Grupos como los Rastrojos, Urabeños, Águilas Negras, Paisas y Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (ERPAC), continuaron operando después de la desmovilización paramilitar del año 2006, según la Delegación de paz e informes de organizaciones de derechos humanos.
En el mismo se acentúa en varios párrafos la actividad paramilitar en el Pacífico colombiano, donde Buenaventura es una de las zonas del país con una fuerte presencia neoparamilitar. "Las cifras de violaciones a derechos humanos y desplazamientos forzados es el más alto de todo el país". “En todo el Pacífico la desmovilización paramilitar del Bloque Calima fue parte de un montaje para legitimar el proceso de la ley 975, pero el territorio quedó y se mantiene hasta la fecha bajo el control de las estructuras que asumieron la fachada de Águilas Negras, Rastrojos, Empresa, Gaitanistas o Urabeños, pero mantienen la misma lógica de actuación al lado de la fuerza pública para garantizar el despojo desde el desplazamiento forzado(...)".
La delegación de paz de las FARC concluye en su comunicación que el propósito neoparamilitar es el control social territorial para los negocios de actores privados.