Foto: Vanguardia
27 Ago 2018
La Serranía de las Quinchas es uno de los ecosistemas más importantes del Magdalena Medio. Una zona declarada hotspot, donde la biodiversidad que existe allí no existe en otro lugar de Colombia o del mundo, y es el lugar donde nacen diferentes cuerpos de agua que alimentan la Ciénaga de Palagua y el rió Magdalena.
Hasta hace 20 años, la Ciénaga de Palagua, mantenía su economía local basada en la pesca, pero la contaminación del espejo de agua causada por la explotación petrolera viene acabando con la vida y el sustento de las comunidades, sin que la autoridad ambiental y las instituciones del Estado tomen las medidas necesarias, y por el contrario permitan ampliar los perímetros de perforación.
En este Voces de la tierra, Stefany Johana Grajales, Coordinadora del Movimiento de mujeres defensoras del territorio y la naturaleza de Boyacá y parte de Colombia libre de fracking, expone la difícil situación ambiental y social que se vive en ambos ecosistemas de Puerto Boyacá.
Además, Juan Pablo Soler, ambientalista integrante del Movimiento Ríos vivos, habla de lo que sigue ocurriendo con las comunidades afectadas por el proyecto hidroeléctrico Hidroituango en Antioquia.