[Foto: Ernesto Che]
[9 de Agost]
[Víctimas de la Policía Nacional enviaron una carta al director de esa institución, General Jorge Nieto, con la finalidad de exigirle que cesen los abusos de fuerza hacía la población civil, y a su vez, que haya un acción de disculpas públicas frente a todos los crímenes que han cometido en contra la ciudadanía, que en la mayoría de los casos han quedado en la impunidad.]
En el documento se expone como la Policía se ha convertido en un ente de represión y corrupción, que a través del tiempo ha cometido crímenes en contra de la población civily de miembros de la misma institución. Por otro lado, se presentan algunos de los nombres de las víctimas que fueron asesinadas por miembros de la institución cuyos casos como el de Sandra Vásquez o Héctor Martinez, continúan sin avances en la investigación.
Dentro de las exigencias en la carta, esta como primera medida que se desmonte gradualmente el ESMAD, que se abra una veeduría ciudadana en donde se sigan los procesos disciplinarios abiertos a miembros de la Policía, que se mejoren los procesos de selección e ingreso de personas a la institución y que se mejoren los entrenamientos de la Policía sobre el uso de la fuerza y el Derecho Internacional Humanitario para que no haya uso indebido de la misma.
De acuerdo con Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe Becerra, grafitero asesinado por integrantes de la policía, "lograr justicia en este país en contra de los uniformados que abusan de poder o que cometen homicidios, es una tarea casi que imposible, nosotros hemos avanzado mucho y sabemos que lo vamos a lograr, pero es muy difícil porque el Ministro de defensa y algunos senadores piensan que la institucionalidad se mantiene con base en el silencio cómplice".
A su vez, Trejos afirma que la única forma para que la Policía se convierta en una autoridad respetuosa e integra es que deje de lado sus actos represivos y de hostigamiento en contra de la población y por el contrario que se convierta en una institución que pueda dialogar con la ciudadanía, que trabaje con la comunidad y realice actividades lúdicas y culturales, sobretodo en un momento de posconflicto como el que se prevé para Colombia.