Foto:EFE
29 oct 2018
Tras la victoria del ultra derechista Jair Bolsonaro (PSL) como nuevo presidente de Brasil con más de 10 millones de diferencia frente a Fernando Haddad (PT), el panorama para el movimiento social brasilero y latinoamericano, implica nuevos riesgos y oportunidades frente a los cambios que se avisoran.
Vivian Fernández, integrante de Brasil de Fato, asegura que luego de conocerse el resultado de los comicios cerca de las 7 p.m., desde el Partido de los Trabajadores hubo un poco de tristeza pero también el análisis de que fue una victoria por la cantidad de personas que logro movilizar la candidatura de Haddad consiguiendo el 44.9% de los votos.
Ante el nuevo panorama que se avecina, Fernández manifiesta que desde los movimientos populares se evalúa que con Bolsonaro va a ser un gobierno duro, sin embargo destaca que no se trata de algo que no hayan enfrentado antes recordando que durante las dictaduras entre los años 60 y 80; y los gobiernos neoliberales de los 90, existió fueron criminalizados, concluyendo que "en este gobierno no va a ser diferente".
Los riesgos
En su apreciación, la analista identifica 3 riesgos principales con la llegada de Bolsonaro al Palacio de Planalto: El primero desde lo económico por la continuidad del proyecto neoliberal de privatizaciones y la reforma previsional, que atentan contra los derechos económicos y sociales de los más pobres del país, teniendo como principal referente en la rama al empresario Paulo Guedes.
El segundo tiene que ver con la criminalización del pensamiento diferente, afirmando que aun en campaña seguidores de Bolsonaro "han salido a las calles a maltratar y golpear a quienes piensan distinto y el gobierno no va a ser nada para resolverlo" e incluso apunta que la situación empeorará por la implentación de medidas policivas para criminalizar a la protesta social "a la gente pobre y a la gente negra" añade.
El tercero riesgo que describe Fernández, se relaciona con la coyuntura de la región, destacando que el presidente de Colombia Ivan Duque y otros de ultra derecha en la región como Macri en Argentina, Piñera en Chile y el propio Trump, salieron a felicitar a Bolsonaro por su victoria electoral, lo que en su criterio seria el primer paso para el establecimiento de un "bloque conservador que va a formarse en la región y el principal riesgo va a ser en contra de Venezuela por el aislamiento desde lo político y lo económico", advirtiendo sobre una posible intervención militar donde tal vez EEUU no "ponga su mano directamente" pero si la de países como Brasil o Colombia desatando una guerra en el continente.
Las oportunidades
Frente a lo que viene, Brasil y el Continente pueden aprovechar la inflexión para convertir las dificultades en oportunidades. Un punto importante, según la integrante de Brasil de Fato, es organizar a la gente, "mucha gente que no esta organizada en movimientos, partidos o asociaciones, se movilizó en estas elecciones para la campaña de Fernando Haddad, asi que esta gente que ya esta convocada por el sentido de la disposicion por luchar, es importante organizarla en espacios donde puedan encontrarse y reflexionar sobre la coyuntura" asegura.
En su reflexión encuentra además que un segundo aspecto esta relacionado con la construcción de un proyecto político, donde los movimientos sociales participen en la articulación de las ideas y debates para un proyecto popular en el país, brindando a la gente lo que en su comprensión necesitan ahora "una perspectiva de futuro".
Por último, se refiere a la importancia que en momentos como este tiene la unidad de las naciones, frente a las diferentes persecuciones, violencia económica, cultural e incluso física que están viviendo los pueblos. Unión que debe ser entendida desde las particularidades de cada país pero también desde la unidad latinoamericana.
4 años de movilizaciones
Fernández anuncio que los referentes de los movimientos estar preparados para dar la pelea y que van a seguir insistiendo en la construcción de la democracia en el país y su lucha, lo que implica que serán cuatro años con muchas movilizaciones que empezarían desde esta misma semana posiblemente el día martes 30 de octubre en diferentes capitales de Brasil.