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Tras la tensión existente entre Grecia y la UE debido a la auditoría de la deuda contraída por los 3 rescates financieros y las sanciones de la UE contra Rusia por su papel en el conflicto armado en Ucrania. Hoy se han reunido en Moscú Vladimir Putin y Álex Tsiripas para dialogar sobre la problemática de las sanciones a Rusia y sobre inversiones en infraestructuras por parte de ambos países.
Según Putin "… Grecia no ha pedido ayuda financiera a Rusia. Hemos hablado de realizar distintas inversiones en el terreno de las infraestructuras, transporte, energía, etc...". Y es que este ha sido el principal tema de las conversaciones entre los mandatarios.
Grecia endeudada, con altos niveles de desempleo, y con su economía basada principalmente en el turismo necesita explorar otros mercados en los que realizar inversiones para poder pagar la deuda y mejorar la situación financiera del país.
Por otro lado Rusia ahogada por las sanciones de la UE y, con serias dificultades para distribuir el gas que antes hacía a través de los gasoductos en Ucrania, necesita otros países y territorios para poder hacerlo.
Para el país heleno, igual que para España o Italia, las sanciones contra Rusia han conllevado a una réplica por parte de este país cancelando todas las exportaciones, principalmente de productos lácteos, verduras y frutas provocando un grave daño sobre la economía griega y de todos los países de la UE que exportaban a Rusia.
De esta reunión ya se ha materializado un acuerdo entre ambos países, Grecia se conectará al gasoducto rusoturco y a través de este, Rusia podrá vender energía a la UE.
El anuncio del acuerdo económico ha provocado que las bolsas europeas se encogieran, como por ejemplo el IBEX 35, siendo compañías como el BBVA, Repsol o Hiberdrola, las que más han descendido.
Dicha reunión sucede en medio del clima de tensión entre Grecia y la UE, por la comisión de investigación que ha creado el país heleno para poder auditar la deuda e investigar si es totalmente legítima.
Por último Grecia ya ha hecho oficial lo que Alemania le debe por la ocupación nazi, es decir 278.700 millones de euros en concepto de reparación. Deuda que Alemania niega al gobierno encabezado por Syriza.