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El lunes 25 de Mayo Grecia, Bulgaria y Turquía firmaron un acuerdo para controlar la segunda entrada más importante de inmigrantes en Europa y de esta forma poder controlar las mafias que trafican con los refugiados de Oriente Próximo. A pesar de que Turquía no es miembro de la UE, Bruselas está a favor del acuerdo y ha pedido que se acelere su aplicación.
En un principio el acuerdo comportaría la creación de un Centro de Información presumiblemente en territorio Búlgaro, que será quien lidere la misión, en la frontera entre este y Turquía. El Centro tendrá una duración de tres años con posibilidad de renovación del acuerdo.
El objetivo de la colaboración es recabar datos para poder frenar el ascenso de las mafias que controlan el flujo migratorio de las guerras actuales de Oriente Próximo hacia Europa. Según los informes de las organizaciones sociales de DDHH, la gran mayoría de estos inmigrantes son refugiados ya que huyen de conflictos armados donde son perseguidos y violados su DDHH.
En 2014 en las fronteras entre los tres países entraron ilegalmente más de 11.000 personas, siendo Turquía, el país por donde entran los refugiados de las guerras de Irak,Siria o Afganistán, convirtiéndose así la frontera entre Bulgaría y Turquía el paso obligatorio hacia la UE, para más tarde acabar en Grecia como puerta última.
Los tres países firmantes han sido muy críticos con las política de la UE con respecto al acuerdo para fenar la inmigración ilegal en el Mediterráneo, primera puerta de entrada, y además han advertido que debido principalmente a la guerra en Siria corren riesgo de sufrir una crisis humanitaria con la masiva llegada de estos.
Este conforma el segundo paso de la UE con respecto a la emergencia humanitaria de inmigrantes ilegales potencialmente refugiados, que pretende taponar la entrada de Europa y combatir las mafias de trata de personas.