Víctimas se toman la sede de la Unidad Nacional de Víctimas en Bogotá

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Foto: RcnNoticias.com
Entrevista con [Fidel Serpa], víctima y activista de la toma de la sede de la Unidad de Víctimas en Bogotá:

Víctimas se tomaron la sede de la Unidad Nacional de Víctimas en Bogotá para exigir el cumplimiento de los acuerdos realizados con la institución en materia de reparación y retorno de los afectados.

Representaciones de 6 comunidades de Bolívar, Sucre y Santander, en las que se han incumplido los acuerdos, se tomaron ayer la sede en Bogotá, con el objetivo de entregar un pliego de peticiones y negociar el cumplimiento integro de lo que por derecho les corresponde.

De esta forma, a parte de intentar que se cumplan los derechos de las víctimas, también se denuncia y se visibiliza pacíficamente la situación de grave incumplimiento por parte del Estado Colombiano de los acuerdos.

Las principales quejas de las víctimas hacen referencia a la precariedad en temas de salud, laboral y educación, así como el pago de las ayudas que apenas habría sido de un 3% de lo acordado. Por otro lado, también existen graves quejas contra los funcionarios que según las víctimas los tratan como objetos y no como sujetos de derechos plenos.

Según Rosa Serpa, víctima y participante de la toma, “...Venimos desde muy lejos porque nos sentimos revictimizados. Todo está mal en nuestros procesos, desde la falta de preparación de los funcionarios que nos guían, hasta los incumplimientos en los procesos de reparación que no han sido concretados....” .

Entre las representaciones de víctimas de la toma, hay casos como el del corregimiento de Riachuelo, en Charalá, Santander, donde la Unidad invirtió 12 millones de pesos en instrumentos musicales que nadie sabe utilizar y que aún no han sido usados.

También desde esta comunidad denuncian el incumplimiento de los procesos de reparación colectiva donde solo se ha puesto una placa en la plaza del pueblo, sin ni siquiera tramitar la ayuda humanitaria.

Otro ejemplo es el del colectivo Liga de Mujeres Desplazadas, que denuncia la muerte de una de sus miembros el año pasado a causa del hambre sin haber recibido aún ayuda humanitaria por parte de la Unidad.

Entre las reivindicaciones de las víctimas, está la de cambiar todos los gerentes y directores, ya que su trato en todo momento ha sido reprochable debido a que les han presionado para firmar acuerdos que nunca han cumplido.

Según Fidel Serpa, víctima proveniente de los Montes de María, no se van a ir hasta que se acuerde el cumplimiento de sus peticiones. En su caso, fue desplazado hace mas de 15 años y aún no ha recibido las ayudas para el retorno y su situación actual es de máxima precariedad en materia de salud y trabajo.