[Foto: Publimetro]
[05 oct 2017]
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denunció que el 4 de octubre de 2017, la defensora de DDHH Erika Carvajal junto con tres víctimas del consejo de Jiguamandó y de la Comunidad de Autodeterminación Vida y Dignidad (CAVIDA), fueron maltratadas por parte de agentes de la Policía Nacional. Indicaron que éstos los acusaron de llevar drogas y dinero ilícito.
La Comisión indicó que, a un kilómetro antes del área urbana del municipio de Mutatá, en la carretera que conduce al mar, “unidades policiales de tránsito retuvieron el vehículo de protección de la UNP donde se movilizaban la defensora y las víctimas”. (Le puede interesar:"Protección a defensores de derechos humanos como garantía de paz")
Los policías, “en tono insultante y agresivo, en un principio se negaron a identificarse y aseguraron que al interior del vehículo había drogas y dinero”. Tanto la defensora como las víctimas indicaron que, después de haber sido interrogados y maltratados verbalmente, “se acercó el Subteniente Espinosa Sandoval de la Policía de Tránsito y Transporte de Urabá”, quien les dijo: “quién sabe ustedes a quién llevan ahí, hasta que no abran el carro acá, no los dejamos ir”.
Igualmente, denunciaron que los agentes de Policía, desconocieron los derechos de los ciudadanos al buen trato y no le permitieron a la defensora, “expresarse en protección de los derechos de las víctimas y de ella”. Ese mismo día, fueron sometidos a una requisa en la estación policial. (Le puede interesar: "185 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el último año")
La Comisión de Justicia y Paz, denunció que los agentes de tránsito realizaron tratos hostiles contra la defensora “a la vez que desconocieron su valor como mujer y su rol para la protección de los derechos de las víctimas que estaban atemorizadas”.